El año pasado los jaivas estuvieron en antofagasta y gratis, pueden concluir que el espectáculo debía ser aprovechado; y justamente fue así, un montón de gente fue , niños, guaguas, abuelos, padres,vagabundos,ladrones,hombres solos, hombres locos, yo y un par de amigos.
Llegamos y el carnaval se encontraba en las calles, 3 escenarios un mini pasacalle, bombos, platillos, zampoñas, kenas, ( a mi me encantan esos show, yo cacho que cuando sea periodista me voy a dedicar a describir a cada cultura y cada evento público. En lo posible viajar. ), que manera de disfrutar con esa música, un bombo motiva a quien sea, creo. Colores, armonía, libertad para bailar saltar en las calles que por ese día se encontraba sin los monstruosos autos, y eran remplazados por la alegría de la gente y nosotros.
El escenario se encontraba mirando al cerro, y en la calle se encontraba un auto onda tipo casa rodante, la gente no lo pensó dos veces y ya se encontraba un buen montoncito subiéndose y ocupando el techo del vehículo.
Bailé y bailé, comenzamos a hacernos espacio entre la gente para llegar al escenario más repleto, sudado y apretado. El de los Jaivas.
Cabeza: (No soporto ir a a ver un espectáculo y encontrarme atrás, me carga estar mirando desde el fondo. Mi vicio es estar adelante de las primeras y siempre es así. Donde sea y con quien sea le exijo, y tengo la necesidad de estar a delante, bailando mirando y cantando. Me siento más libre y despejada para hacer lo que me de la gana, como tomar fotos.)
La música traspasó los oídos de cada uno, se escucha de fonfo La Poderosa Muerte la emoción se sentía, eramos como un jardín infantil, en donde cada alegría la sellábamos con un canto de amor. Se recordó al gato se festejo como hermanos, por unos minutos estuvimos abrazados saltando y cantando, todos juntos, con complicidad en cada mirada.
Sudor, bailes limitados por hombros y codos de los demás, mi vestido que se levantaba al saltar, mi mano que trataba de sostener una lata de cerveza ya disfrutada, y mis ojos que se dejaban llevar en ese momento por la bateria de la juanita .
Me encontraba festejando con el tema que más me gusta < Todos Juntos > , bien callejera en un día miércoles, sin ánimos de volver a ver mis compañeros universitarios al otro día, cantaba, bailaba, pensaba en mis yuntas ( son pocos bien pocos) , en lo sola que me siento cuando no puedo disfrutar esos pequeños momentos con quienes amo, y me conformo con la compañía absurda de personajes, estaba en eso cuando derrepente alguien me saca de ese estado de naufragio emocional, un hombre ni tan viejo ni tan joven, con una mirada seria y algo desconfiable me toca el hombro, y entre la musica y el baile jipiento, me dice,- toma negra (el termino que intenta romper el hielo, establecer por unos momentos un vinculo) me entregaba una lata de cerveza: - para que la tomemos y disfrutemos este rato-, por un momento me alegro saber que no me encontraba tan sola y que alguien se encontraba igual que yo y mucho más solo, y sin compañía algúna. Mis amigos se encontraban volados, yo un poco ida con la música, agradecí la cerveza y el gesto, me auspicio con unas cuantas más que las fui entregando a mis amigos.
Cuando se está sola, desconfías menos, es facil recibir cosas de extraños y entablar conversaciones. Pierdes el miedo al ser humano, piensas que ya da lo mismo si te sucede algo, una especie de " naaa, jamás me va a pasar algo brigido" ( aun no me sucede algo brigido tampoco lo busco, ando bien piola por la vida, piola y extrema a ratos). Le pierdes el temor a las noches, a las intenciones .
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